De los sentidos y la percepción
- Verónica Orduña
- 20 jul 2017
- 6 Min. de lectura

Podría decirse que a contra corriente, con la insistente tecnología estimulándonos y embriagándonos, con la lista enorme de libertades, impedimentos, reglas y sistemas; han surgido una especie de provocadores de lo físico-sensorial... Unos cuantos utópicos que defienden la poética de las sensaciones, de los sucesos, del tiempo, del espacio y de las cosas; desde lo íntimo e individual, hacia lo colectivo, en una reinterpretación de todo lo aprendido; algo así como sacudir y promover el movimiento…
Y aquí estamos, redescubriéndonos en lo básico, del SER, ESTAR y SENTIR.
Has visto cuantas palabras, para hablar desde la utopía?... De una oportunidad diría yo!!!
He encontrado una mujer, y me la he traído acá, para hablar sobre esto de lo sensorial… Uno de tantos autores que me ayudarán a explicarme mejor…

Cristina Sáez (Barcelona España)
Ella es la periodista Española Cristina Sáez, quien lanza las siguientes preguntas provocadoras:
“¿Y si la realidad que nos rodea no existiera, o no tal como la vemos? ¿Y si fuera producto de nuestra mente y de los procesos sensoriales? ¿Qué pasaría si viviéramos en un mundo sin olores, colores, sonidos, sabores?”
Espera!... Esta mujer es una periodista especializada en divulgación científica… Lee y checa de qué manera describe las cosas…
“Contemplar un atardecer en otoño y deleitarse con los rojizos y anaranjados que tiñen el cielo; el olor a café y tostadas de la mañana; el sonido de las gotas de lluvia al repiquetear en la ventana; el tacto de las sábanas limpias recién cambiadas. ¿Y si nada de esto existiera? ¿Y si las hojas de los árboles no fueran verdes, ni el azúcar dulce, ni de las rosas emanara fragancia alguna? ¿Y si viviéramos en un mundo silencioso, incoloro, insaboro e inodoro y todo aquello que creemos ver, oler, saborear, tocar, oír fuera una invención de nuestro cerebro?”
Ah qué preguntas tan bárbaras!!!... Ahora yo: ¿Y si, pudiéramos reconsiderarlo todo, y darnos permiso para recapitular todo, y volver a aprenderlo todo, una y otra vez, todo de nuevo?... Sigamos!!!
Cristina hace referencia de los sentidos básicos: vista, oído, gusto, tacto y olfato, clasificación que desde la primaria nos enseñaron, gracias al reconocido Filósofo Aristóteles (384 a.C. - 322 a.C.)…
Tuvieron que pasar muchos siglos, para que ahora descubramos que existen más de 20 sentidos, de los cuales destacan: el sentido del equilibrio, la temperatura, el dolor, la posición corporal, el sentido espacial, temporal (tiempo), el cenestésico (sensación del cuerpo) y el Cinético (movimiento), y el propioceptivo, este sentido regula la dirección y rango de movimiento, es por ejemplo cuando reaccionas ante una irregularidad del piso y mantienes el equilibrio para no caer…
Volvamos a Cristina cuando aclara que: “… aquello que nos rodea y la imagen mental que tenemos no tienen mucho que ver…” Para esto, menciona al Psicobiólogo Ignacio Morgado con su pregunta: “¿Y qué nos importa si la realidad difiere de lo que construimos mentalmente?”… “Para cada uno de nosotros, lo más importante es lo que percibe nuestro cerebro, lo que sentimos, lo que captamos de eso que llamamos realidad, que no es otra cosa que un concepto filosófico; el medio en que vivimos es pura materia y energía.”
A lo largo de su artículo, habla del sistema perceptivo del ser humano de su complejidad y de lo importante que es para nuestra supervivencia, lo llama “el salvavidas”… dice que: “Cuando una de las células sensibles o receptores sensoriales que recubren nuestro cuerpo detecta un estímulo en el ambiente, lo capta y para poder enviarlo al cerebro, lo traduce en una señal eléctrica. Una vez que llega allí esa información, el cerebro se encarga de organizarla, interpretarla y darle significado mediante un proceso denominado percepción.”
Existen varias fases de la percepción, aquí las enlisté; habría que revisar otras teorías; pero por lo pronto haremos caso a la explicación de Cris:
1.- Procesamiento de características básicas de la información.
2.- Comparación de la información nueva con la antigua.
3.- Interpretación.
4.- Identificación.
5.- Significado e importancia del estimulo.
“Por ejemplo, ante una taza de café recién hecho, antes de que demos el primer sorbo, las moléculas volátiles olorosas se cuelan en la nariz, llegan hasta la pituitaria, recubierta de una especie de alfombra de células receptoras que fijan esas moléculas y envían señales eléctricas al cerebro con la información. Primero llegan al bulbo olfativo, que percibe el olor aunque no lo identifica; luego pasan por el sistema límbico, donde se desencadenan las emociones. Y, por último, arriban al córtex cerebral y al hipotálamo, donde se comparan con la información que el cerebro guarda en la memoria para poder identificar aquello que olemos. Si se trata de algo nuevo, el cerebro lo registra y clasifica de manera que si nos volvemos a topar con ese efluvio, seamos capaces de reconocerlo. Y si es conocido, el cerebro lo asociará a un alimento: ¡café!”
Vamos!, Cris hace un verdadero hervidero con mis neuronas, mezclando palabras técnicas de la fisiología y la descripción de la sensación, recordemos que le gusta la ciencia, pero si vuelves a leer, quitando las palabras especializadas, diría algo así:
Ante una taza de café recién hecho, antes de que demos el primer sorbo, el aroma detona sensaciones, llegan las emociones y si encuentra recuerdos lo identifica … entonces sabes claramente que es ¡Café!... Qué clase de café?, recién hecho y de olla, a la mexicana!!!... Lo tomas solo, con azúcar o panela?
Mientras Morgado se vuelve a ser presente:
“El conocimiento que tenemos del mundo depende del cerebro, que filtra la información que recibe, la procesa y la hace consciente, a su modo”
“Si un árbol se derrumbara en medio del bosque, no existiría un sonido. La caída del árbol crearía vibraciones. Sólo si esas vibraciones son percibidas por un ser humano ocurriría el sonido”
“La complejidad o la belleza que apreciamos en las cosas tienen que ver con la mente misma y sus posibilidades, y también con sus limitaciones”.
Cris resuelve que los sentidos se cruzan:
“Hasta hace poco, se solía pensar que los sentidos actuaban de forma individual y que el cerebro los procesaba por separado. Cada uno se encargaba de un tipo de percepción… No obstante, descubrimientos realizados en la última década parecen contradecir esa idea.”
“¿Sabían que, por lo general, tienden a encontrar más sabrosos aquellos alimentos que al comerlos generan un ruido agudo y crujiente, como la zanahoria o los cereales? ¿O que pensarán que una lasaña es más o menos deliciosa en función de la música o del ruido en el ambiente? Incluso su opinión sobre la textura de un plato se puede ver modificada por un ¡olor!”
El neurocientífico Charles Spence (Universidad de Oxford)… En un experimento halló que los participantes opinaban que una mousse de fresa era mucho más dulce cuando la comían en un plato blanco que cuando lo hacían en uno negro...
Vamos!... Qué bueno que no me hicieron el experimento a mi, pues siempre cierro los ojos cuando pruebo algo que me gusta, los postres me encantan!!!...
Continúa explicando sobre la participación de los sentidos:
“Y curiosamente, aunque es el cerebro el artífice de todas las percepciones, sentimos en el cuerpo, en la parte que haya sido estimulada. Si nos dan un golpe en una pierna, a pesar de que la percepción de dolor se genera en el cerebro, el dolor lo sentimos en la extremidad. Es curioso porque en personas que, por ejemplo, pierden una pierna o un brazo, durante tiempo siguen teniendo la sensación de tacto o de dolor en el miembro fantasma, que ya no tienen, lo que demuestra, que las percepciones son puramente cerebrales.”
Cris comenta que todos interpretamos parecido, pero nunca sabremos si percibimos igual: “Si olemos a quemado, seguramente nos pondremos en alerta; igual que si a media noche nos despertamos por el ruido de cristales rotos, nos sobresaltaremos. Pero que percibamos las mismas sensaciones, no quiere decir que lo hagamos del mismo modo”
“Excepto las personas con algún problema visual, todos coincidimos en que los plátanos o los limones son de color amarillo; ahora bien, si todos vemos el mismo amarillo es imposible de saber, porque para comprobarlo deberíamos meternos en la piel y en la mente de los otros. Y eso es imposible.”
Todo trata de nuestras propias cualidades perceptivas, que se desarrollan y se practican, Cristina termina su artículo diciendo: “Lo importante es que coincidamos y podamos comunicarnos. De alguna manera, todos vivimos en un mundo imaginario, que creamos cada día, y lo realmente asombroso y fascinante es que podamos compartirlo con otros.”
Y volviendo al origen: “No hay algo que conozcamos que no provenga de la percepción de los sentidos, de la comprensión del alma y del entendimiento de la mente” (Aristoteles)
Todo esto será para pensarse, comentar y practicar… Seguimos!!!... Uh! Palalá!!!
Si quieres leer mas sobre Cristina Sáez, puedes visita su Blog: https://cristinasaez.wordpress.com/...